La lombricultura, una de las estrategias UPB en el día mundial del medio ambiente
Esta semana se conmemoró el día mundial del medio ambiente, esta celebración se realiza desde 1974, fecha con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo en 1972, cuyo tema central fue el Ambiente. Según las naciones unidas en cada año, el día del agua se centra en un tema para concienciar al público sobre un asunto ambiental particularmente apremiante.
El tema para 2019 gira en torno a la contaminación del aire; un llamado a la acción con que ayudar a combatir un grave problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. En Santander y específicamente en la UPB se realiza un papel primordial para contribuir al cuidado ambiental, con prácticas como la lombricultura y el compostaje, además de otras estrategias orientadas a la concienciación del cuidado del medio ambiente, La profesional del departamento de gestión ambiental, Mary Olarte dio un mensaje acerca del trabajo que se tiene que realizar en comunidad para la protección del medio ambiente invitando “a unirse con propuestas mancomunadas a
cualquier acción que contamine el ecosistema”.
Alonso Cárdenas Pinilla, operador de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de la UPB nos indicó los beneficios que trae para el ecosistema el manejo de proyectos como la lombricultura, y el manejo de residuos sólidos desde la planta de tratamiento que se implementa en la UPB, “para convertir los desechos que se producen en la universidad en abono para la fertilización de forma sostenible para la fauna y flora que rodea la universidad. La Lombricultura trata de una serie de operaciones relacionadas con la cría y producción de lombrices, por medio de ellas, se usan los residuos orgánicos para su reciclaje en forma de abono.
De esta forma, desde sus inicios, la Universidad Pontificia Bolivariana Seccional Bucaramanga adelanta el proyecto de Lombricultura para la generación de abonos líquidos y sólidos de alta calidad, con los cuales se mantienen los jardines y plantas que existen en las trece hectáreas que abarca el campus. Esta práctica orgánica tiene grandes alcances ecológicos porque ayuda a la disminución de los impactos ambientales negativos que pueden generar los desechos orgánicos a nivel de suelos, aire y fuentes hídricas, pues la producción de lixiviados, en otras palabras, los líquidos que se gestionan en los depósitos controlados de residuos, que son utilizados para obtener un fertilizante líquido
natural, altamente rico en nutrientes, además que contribuyen a minimizar el impacto del carrasco.
La UPB es un ejemplo de buena gestión ambiental, en la medida en que dispone los residuos de manera interna y adecuada, impactando positivamente en la producción de emisiones.